Madurita seduce al nuevo carpintero

La reforma de la casa de esta madurita va a tardar más que la construcción de una catedral. La muy cerda supervisa todos los pasos que dan los trabajadores que ha contratado y de vez en cuando se entromete en su faena para que descansen y se distraigan un rato. A este ritmo van a acabar cobrando más por follar que por su trabajo.