Mete la mano en las bragas de su secretaria

Si pusiésemos un termómetro en el chocho de esta chica seguramente explotaría y el mercurio saldría esparcido por todo el despacho, la situación era demasiado excitante y era obvio que su jefe le gustaba mucho. Yo comprendo el enfado de las esposas cornudas porque a nadie le gusta que su pareja se folle a otra persona, pero es que en algunos casos está totalmente justificado.