Mi hijastra estaba realmente cachonda

Siempre que llego a casa y encuentro a mi hijastra tocándose en el sofá sé que está pensando en mi, está obsesionada y hace cualquier cosa para que nos quedemos a solas. Lo último fue pagarle a mi mujer un tratamiento facial para quitársela de encima durante un par de horas y solo Dios sabe cuánto agradecí ese tiempo libre para disfrutar de ella. Por cierto, cuando levanté su falda y retiré el tanguita la muy zorra se había depilado hasta el ano, eso era una clara señal de que quería sexo anal…